El hormigón magnetizable en las carreteras puede cargar los coches eléctricos mientras conduces

El hormigón magnetizable en las carreteras puede cargar los coches eléctricos mientras conduces

Uno de los mayores obstáculos para la adopción de vehículos eléctricos es el miedo a quedarse sin batería antes de llegar a su destino. Las carreteras que pueden cargar tu coche mientras conduces podrían ser la solución y podrían estar más cerca.
La gama de vehículos eléctricos ha crecido de forma constante en los últimos años gracias al rápido desarrollo de la tecnología de baterías. Pero la mayoría de ellos todavía están lejos de los coches de gasolina en este sentido, y tardan más en repostar si se quedan sin combustible.
Una solución que se ha debatido durante años es introducir algún tipo de tecnología de carga en carretera para que el coche pueda cargar la batería mientras conduce. La mayoría de los planes cargan tu teléfono inteligente usando la misma tecnología que los cargadores inalámbricos que puedes comprar.
Actualizar miles de kilómetros de carreteras con equipos de carga de alta tecnología no es una broma, pero el progreso ha sido lento hasta ahora. Pero los acontecimientos recientes sugieren que la idea podría tener éxito y acercarse a una realidad comercial.
El mes pasado, el Departamento de Transporte de Indiana (INDOT) anunció una asociación con la Universidad Purdue y Magment de Alemania para probar si el cemento que contiene partículas magnetizadas podría proporcionar una solución asequible de cobro de carreteras.
La mayoría de las tecnologías de carga inalámbrica de vehículos se basan en un proceso llamado carga inductiva, en el que la aplicación de electricidad a una bobina crea un campo magnético que puede inducir corriente en otras bobinas cercanas. Las bobinas de carga se instalan debajo de la carretera a intervalos regulares y los automóviles están equipados con bobinas captadoras que reciben la carga.
Pero tender miles de kilómetros de alambre de cobre bajo una carretera es obviamente bastante caro. La solución de Magment pasa por incorporar al hormigón estándar partículas de ferrita recicladas, que también son capaces de generar un campo magnético, pero a un coste mucho menor. La compañía afirma que su producto puede alcanzar una eficiencia de transmisión de hasta el 95 por ciento y puede construirse con "costos estándar de instalación de carreteras".
Pasará algún tiempo antes de que la tecnología se instale realmente en carreteras reales. El proyecto de Indiana incluyó dos rondas de pruebas de laboratorio y un recorrido de prueba de un cuarto de milla antes de la instalación en la carretera. Pero si el ahorro de costos resulta ser real, este enfoque podría cambiar las reglas del juego.
Ya se han puesto en marcha varios bancos de pruebas de carreteras eléctricas y Suecia parece estar a la cabeza hasta el momento. En 2018 se instaló un ferrocarril eléctrico en medio de un tramo de carretera de 1,9 km en las afueras de Estocolmo. Puede transmitir potencia al vehículo a través de un brazo móvil unido a su base. Un sistema de carga inductiva construido por la empresa israelí ElectReon se ha utilizado con éxito para cargar un camión totalmente eléctrico de una milla de largo en la isla de Gotland en el Mar Báltico.
Estos sistemas no son baratos. El coste del primer proyecto se estima en alrededor de 1 millón de euros por kilómetro (1,9 millones de dólares por milla), mientras que el coste total del segundo proyecto de prueba es de unos 12,5 millones de dólares. Pero dado que construir un kilómetro y medio de caminos convencionales ya cuesta millones, puede que no sea una inversión inteligente, al menos en el caso de caminos nuevos.
Los fabricantes de automóviles parecen respaldar la idea, y el gigante automovilístico alemán Volkswagen lidera un consorcio para integrar la tecnología de carga ElectReon en vehículos eléctricos como parte de un proyecto piloto.
Otra opción sería dejar la carretera intacta, pero tender cables de carga sobre ella que cargarían los camiones, ya que los tranvías de la ciudad funcionan. Creado por el gigante alemán de ingeniería Siemens, el sistema se ha instalado a unos cinco kilómetros de carretera en las afueras de Frankfurt, donde varias empresas de transporte lo están probando.
Instalar el sistema tampoco es barato, cuesta alrededor de 5 millones de dólares por milla, pero el gobierno alemán cree que aún podría ser más barato que cambiar a camiones propulsados ​​por pilas de combustible de hidrógeno o baterías lo suficientemente grandes como para cubrir el largo plazo. al New York Times. El tiempo es el transporte de mercancías. El Ministerio de Transporte del país está comparando actualmente los tres enfoques antes de decidir cuál apoyar.
Incluso si fuera económicamente viable, implementar una infraestructura de carga en las carreteras sería una tarea enorme, y podrían pasar décadas antes de que todas las autopistas puedan cargar su automóvil. Pero si la tecnología continúa mejorando, algún día las latas vacías pueden convertirse en cosa del pasado.


Hora de publicación: 20-dic-2022